viernes, 30 de octubre de 2009

Creciente Del Río Paraná - Cáritas Lanzó Campaña Solidaria Destinada A Familias Autoevacuadas

Por la creciente del río Paraná

Se trata de recolectar alimentos no perecederos, ropas y calzados, que serán destinados a todas las familias autoevacuadas como consecuencia de la crecida del río Paraná. Si bien la invitación fue hecha a los padres de los niños y jóvenes de los colegios céntricos de esta ciudad, también puede colaborar toda persona que quiera solidarizarse con estos hermanos necesitados.

jueves, 22 de octubre de 2009

Opción por los pobres Jon Sobrino

La opción por los pobres ha surgido en América Latina, continente mayoritariamente pobre y cristiano. Puebla la remite a Medellín, "que hizo una clara y profética opción preferencial y solidaria por los pobres", (n. 1134) y consagra la expresión "opción preferencial por los pobres" en el contexto de la misión evangelizadora de la Iglesia. Con esa opción se quiere indicar tanto el destinatario como el contenido de la evangelización:

lunes, 19 de octubre de 2009

Fotos del Encuentro del Pueblo de Dios - Ita Ibate 2

Miguel, Olga, Marcela con Monseñor Andres








La CVX en el Encuentro









P. Pedro Swinnen sj.








P. Pepe Billordo Vicario de la Arquidiosesis








Monseñor Andres









viernes, 16 de octubre de 2009

Fotos del Encuentro del Pueblo de Dios - Ita Ibate

Marcela y Olga








Laura y amigos de la Parroquia San Benito









Altar de la Iglesia de Ita Ibate
donde esta San Ignacio de Loyola







Encuentro del Pueblo de Dios Homilia de Monseñor Stanovnik

Monseñor Stanovnik: Jesús no dijo paren de sufrir, sino, vengan y aprendan a sufrir conmigo

En la santa Misa con la que concluyo el Encuentro del Pueblo de Dios, monseñor Stanovnik resaltó la labor realizada a lo largo de toda la jornada y en los días previos, durante la preparación del Encuentro.

jueves, 2 de julio de 2009

Ejercicios Espirituales - Julio 2009


Ejercicios Espirituales - Julio 2009
Casa de Ejercicios San Ignacio de Loyola
del 06 al 10 EE de Cuatro días
del 11 al 19 EE de ocho días
Información:
Iglesia Jesús Nazareno Pellegrini 1558
Telefono: 03783-423946

sábado, 13 de junio de 2009

Nuevo Vice-Asistente Eclesiástico Mundial

El Padre General de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás, ha nombrado a Luke Rodrigues, de la Provincia de Bombay, Secretario Internacional de CVX. Rodrigues, Delegado del Provincial para la formación y Asistente Nacional para la CVX en la India, remplaza a Alberto Teixeira de Brito.
Por otro lado, Alberto Teixeira de Brito, ha sido nombrado Director Pastoral del Foyer Catholique Européen en Bruselas.

martes, 14 de abril de 2009

Marcelo De Los Santos Catequista En Nuestra Señora De Asunción



























































































































Participación de CVX En El Retiro De Pascua 2009

Andres "El Gringo", Javier, Laura y daniela









Laura, Miguel, El Gringo, Daniela










Dinamica








P. Claudio Gelmi sj, y los chicos








Miguel, Javier, Daniela, Luz, Laura y El Gringo

















viernes, 10 de abril de 2009

Homilía - Jueves Santo - Monseñor Andrés Stanovnik

1. Con esta Misa la Iglesia comienza a celebrar el sagrado Triduo Pascual, conmemorando aquella última cena del Señor Jesús con sus discípulos. Con esta celebración recordamos también la Institución de la Eucaristía y del Sacerdocio. Veamos cómo nos introduce la Palabra de Dios a esta celebración y, al mismo tiempo, dejemos que ella nos ayude a vivirla más intensamente. San Pablo, en la primera carta a los Corintios, nos relata lo que él recibió del Señor y a su vez nos transmitió: que el Señor, la noche que fue entregado tomó pan y dijo esto es mi cuerpo que será entregado por ustedes; y lo mismo hizo con la copa y dijo esta es mi sangre que será derramada por todos; y al final añadió: hagan esto en memoria mía. Este relato lo hacen también los tres evangelistas: Mateo, Marcos y Lucas. En cambio Juan, lo omite y en su lugar describe el lavatorio de los pies. Los cuatro evangelistas juntos ofrecen un cuadro impactante de la grandeza de Jesús unida a su conmovedora humildad, su extraordinaria libertad y su amor llevado hasta el extremo.
2. Acerquémonos al relato del lavatorio. Acabamos de realizar, en forma simbólica, el gesto de lavar los pies a doce personas, recordando lo que Jesús hizo durante la última cena. Ahora mirémoslo a él cumpliendo con ese gesto, pero contemplemos la escena desde la cruz de Jesús. Desde esa perspectiva nos damos cuenta que para Jesús lavar los pies y dar la vida por amor a nosotros, van juntos. Miremos ahora cómo se desarrolló la escena del lavatorio de los pies. Jesús está sentado a la mesa con sus discípulos. Observemos cómo Jesús se levanta de la mesa; él mismo se quita el manto y se ata una toalla a la cintura. No recurre a un sirviente, sino él mismo toma una jarra y echa agua en un recipiente. En seguida se pone a lavar los pies a sus discípulos y a secárselos con la toalla que tenía ceñida a la cintura. Una vez que terminó de secarle los pies al último de sus discípulos, volvió a la mesa y les dijo: “¿Comprenden lo que hice con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor; y tienen razón, porque lo soy. Si yo que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Les he dado ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes” (Jn 13, 12-15).
3. Un gesto de grandeza se distingue por el sacrificio de uno mismo en bien de los otros. La verdadera grandeza lleva consigo dos notas que son esenciales: humildad y heroísmo. Una decisión que comprometa la vida entera de una persona y que, además, esta persona persevere en ella hasta el final, es una decisión heroica. Para una decisión así se necesita mucha humildad. Por ejemplo, la decisión insobornable de servir al bien común, de vivir en la verdad a toda costa, de trabajar por la justicia y ser siempre imparcial y ecuánime; de ser fiel en el matrimonio y responsable en el trabajo, son decisiones verdaderamente heroicas. Tomar ese tipo de decisiones y perseverar en ellas son conductas que configuran los gestos de grandeza, que tanto necesitamos hoy para construir una convivencia humana en paz y prosperidad para todos. En realidad, cuando nos ponemos a pensar, sentimos una honda nostalgia de estas cosas, porque nos damos cuenta que son profundamente humanas y que nos hacen tanta falta. Sin embargo, con mucha facilidad preferimos una vida entretenida, buscando ser felices a corto plazo y a cualquier precio, lo que a la larga nos sumerge en angustias y desolación. Las adicciones, de cualquier signo que fueren, son la triste contracara de la vocación a la felicidad para la que fuimos creados. Es urgente que nos pongamos a “descacharrizar” todo lo que nos amenaza e impide ser personas, sobre todo, la soberbia, la ambición y la mentira, con sus variadas y sombrías derivaciones.
4. El gesto que hizo Jesús de lavar los pies a sus discípulos adquiere toda su grandeza a la luz de su pasión, muerte y resurrección. Bajo esa luz nos damos cuenta que se trata de una grandeza a la inversa y no como la entienden los grandes y poderosos. Es una grandeza que se comprende cuando se la mira desde abajo hacia arriba. Es la grandeza propia de Dios y, por herencia, la única digna para el hombre. Al contemplarla, sentimos que por allí pasa el camino de la verdadera libertad. Entonces, contemplando a Cristo, comprendemos que la grandeza y la humildad se entrelazan y que el verdadero camino de la vida es obedecer su mandato de servir al prójimo. Dios nos creó para ser felices, pero no para una felicidad a medias, sino total. Por ello, la entrega libre y total de la propia vida a Dios y a los demás da sentido y plenitud a nuestra existencia.
5. San Pablo fue un enamorado de Jesucristo y éste crucificado (cf. 1Cor 2, 2), por eso lo vivió y predicó como la vida y la esperanza de la humanidad, no sólo para la vida presente, sino también para la futura. A Timoteo lo saluda en Cristo Jesús, nuestra esperanza (cf. Tim 1, 1). A los cristianos de Tesalónica los felicita por la forma en la que viven su fe con obras, su amor con fatigas y su esperanza en Cristo, con una firme constancia (cf. 1Tes 1, 3); a los Romanos les desea que el Dios de la esperanza los llene de alegría y paz en la fe (cf. Rom 15, 13). Cristo es también nuestra esperanza. Como discípulos suyos queremos ser misioneros incansables de esa esperanza y, al mismo tiempo, obreros dispuestos a servir a los demás siguiendo el ejemplo del Maestro, que lavó los pies a sus discípulos. A la luz de este gesto y del misterio de la cruz, estamos convencidos de que nuestra entrega culmina con Cristo en la Pascua.
6. Hoy, al concluir esta celebración, vamos a trasladar el Santísimo Sacramento para la adoración. Adorar significa literalmente quedarse con la boca abierta, sorprendido ante el impresionante misterio de Dios, cuerpo entregado y sangre derramada por amor a nosotros. Allí contemplamos la grandeza y la humildad de Dios. Allí encontramos nuestra vocación y misión. Que María de Itatí esté con nosotros y nos sostenga con su amor de Madre, mientras escuchamos en nuestro corazón las palabras de su Hijo: “Si yo que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Les he dado ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes” (Jn 13, 14-15).



Mons. Andrés Stanovnik
Arzobispo de Corrientes

martes, 7 de abril de 2009

Mensaje De Pascua 2009


“Por tu cruz y resurrección nos has salvado, Señor”
(Respuesta a la 3ª Aclamación eucarística)

1. La Iglesia desborda de alegría al contemplar a Jesús resucitado. Exultante de gozo pascual, la Iglesia mira la cruz del Salvador y la encuentra luminosa. La nueva luz, Cristo Resucitado, nos hace comprender que no hay pascua sin cruz, como no hay vida sin muerte. Esta paradoja es la nueva sabiduría que descubrió San Pablo en el camino de Damasco y, desde entonces, no quería saber nada fuera de Jesucristo, y Jesucristo crucificado (cf. 1Cor 2, 2). A la luz de esta sabiduría contemplamos la Santísima Cruz de los Milagros, acontecimiento providencial de los orígenes del pueblo correntino.

2. La Santísima Cruz de los Milagros, es nuestra sabiduría. En ella está el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección. Esa Cruz es “santísima” y “milagrosa” porque pertenece al crucificado y por eso tiene el poder de reconciliarnos con Dios y con nuestros hermanos. En efecto, la Santísima Cruz de los Milagros, iluminada por la presencia viva de Jesús Resucitado, hunde sus raíces en los pliegues más hondos de la identidad correntina y configura los elementos esenciales de su vocación: ser un pueblo creyente, solidario y abierto a otros pueblos. Nuestra misión encuentra en ese signo su fuerza, para continuar predicando que el mal y la muerte no tienen la última palabra, que el amor es más fuerte que el odio y que Dios dispone todo a favor de aquellos a los que él ama (cf. Rom 8, 28). Somos un pueblo que cree en él y que a pesar de muchas dificultades, camina en esperanza.

3. La Pascua de Jesús nos abre a la sabiduría de la cruz. Abrazarla, como nos pide Jesús (cf. Mt 16, 24-25) y seguirlo a él, es el secreto de la vida y de la felicidad. La sabiduría del Crucificado nos revela su amor clavado en la cruz y entregado hasta el fin. Esa sabiduría nos enseña a esperar contra toda esperanza (cf. Rm 4, 18) y nos alienta a permanecer como él, con los brazos abiertos, para recibir a todos. Hoy necesitamos esa sabiduría para transitar con serenidad la crisis que nos golpea y para no dejarnos tentar por la violencia y por los intereses mezquinos. La sabiduría de la cruz nos da fuerzas para perseverar en el diálogo, aun cuando muchos intentos fracasen. Es una sabiduría que no mide el sacrificio por los demás y se entrega con especial y amorosa atención a los que más sufren. La sabiduría del Crucificado inspira la renuncia de los que más pueden y tienen, para hacer menos pesada la cruz de los que poco tienen y pueden.

4. ¡Bendito seas Señor por los misioneros y misioneras de ayer y de hoy que te anuncian Resucitado! Que ese anuncio nos colme de alegría y de esperanza; y que ese gozo se desborde en fervorosa misión y responsable compromiso de cada bautizado. Invoco a María de Itatí, tiernísima Madre de Dios, discípula fiel de Jesús muerto y resucitado, y le encomiendo a nuestro pueblo y a sus gobernantes; le suplico que nos enseñe la sabiduría de la cruz y nos dé un corazón puro, humilde y prudente, para sobrellevar con fortaleza el tiempo actual y vivirlo con esperanza y en paz.

¡Les deseo muy feliz y santa Pascua de Resurrección!

Mons. Andrés Stanovnik
Arzobispo de Corrientes

lunes, 30 de marzo de 2009

Lo Ignaciano De La CVX

Deseo de ser compañero de Jesús. La vida presente la vivimos en Cristo Jesús (Gálatas 2,20). La fe en Jesús se vive en el seguimiento. La espiritualidad ignaciana aspira a conocer a Jesús para “más amarlo y seguirlo”. Aspiramos a ser amigos y compañeros de Jesús porque Él nos ha elegido para esta amistad. En la oración hablamos como un amigo habla a otro amigo (54). Ser compañero es seguir a Jesús con otros compañeros. Jesús camina con hombres y mujeres que le acompañan. Ignacio busca compañeros. En CVX nos reunimos en comunidades para compartir las experiencias, para vivir la amistad, el deseo de que venga su Reino. La espiritualidad ignaciana nos llama a ser compañeros, a compartir el pan de la vida y ser pan de vida para otros. Todos los compañeros y compañeras que compartimos en comunidad, somos pecadores perdonados, invitados a la mesa de Jesús que no vino a buscar a los justos sino a los pecadores. Descubrimos a Jesús como compañero en la Palabra que lo anuncia, en la Eucaristía que nos los entrega, en los pobres en los cuales nos sale al encuentro. ¿Qué indicios descubres en tu vida del llamado a ser compañero de Jesús? Cuando se comparte en comunidad ocurren por lo menos dos cosas: hay que hacer sacrificios para que la comunidad funcione y viva; en segundo lugar, recibimos oportunidades con las que no contábamos. Para ti, ¿cuáles son los sacrificios y dónde están las oportunidades de la vida comunitaria?

La Pasión por la misión. La espiritualidad ignaciana genera un apasionamiento por la misión. Jesús es El Enviado del Padre para llevar adelante una misión. ¿Te consideras también enviado a la situación, a las personas con las que te toca vivir?

Los medios que más conducen al fin. Quien esté enraizado en la espiritualidad de Ignacio no sólo busca el medio adecuado y bueno, sino el mejor, el que más conduce. Se trata de la excelencia que no se reduce a lo académico, sino que cruza por lo humano, la acogida, la simpatía, la humanidad con todo lo sano y noble creado por el Señor.

La espiritualidad ignaciana es una espiritualidad de paradojas. Valora lo universal y se concentra en lo pequeño y concreto; busca recursos para realizar la misión y ama la pobreza que acerca a Jesús; se compromete radicalmente, pero no se aferra como posesión al trabajo emprendido; ora con fe, recibiendo del Señor la luz y la gracia, y se empeña en el trabajo como asociado del Señor; arranca de convencimientos profundos y personales, pero los comparte con otros en comunidad; vive de una libertad sentida y no teme comprometerse con otros que pudieran limitarla o someterse a una autoridad más alta también inspirada por el mismo Espíritu.

Orar como un amigo habla con un amigo. En la oración ignaciana se emplea la razón, la memoria y la voluntad, y se le da su lugar a los sentidos, lo intuitivo. La oración ignaciana abarca la totalidad humana, privilegia el cuerpo. También coteja la historia propia con la historia de salvación del pueble de Israel y la historia de Jesús de Nazaret y su comunidad de discípulos. La oración ignaciana es evaluada.

La espiritualidad de Ignacio asume los procesos y los requisitos. Todo no da lo mismo. No cualquier medio, cualquier acción nos acercará al bien que buscamos. Hemos de atender a lo que el Señor nos da a desear.

La espiritualidad ignaciana pasa por el discernimiento personal y comunitario. Para sentir las mociones e interpretar su origen, su dirección y el lugar que ocupan en el dinamismo del Reino en el cual se integran todas las acciones del Espíritu.

P. Manuel Maza, sj (CVX. Rep. Dominicana)

sábado, 21 de marzo de 2009

Pedro Casaldáliga - Martini Y Millones De Personas Soñamos Con Otra Iglesia Posible

Pedro Casaldáliga anuncia que en esa "otra" Iglesia, "el Papa dejará de ser Jefe de Estado"

El Cardenal Carlo M. Martini, jesuita, biblista, arzobispo que fue de Milán y colega mío de Parkinson, es un eclesiástico de diálogo, de acogida, de renovación a fondo, tanto de la Iglesia como de la Sociedad. En su libro de confidencias y confesiones Coloquios nocturnos en Jerusalén, declara: «Antes tenía sueños sobre la Iglesia. Soñaba con una Iglesia que recorre su camino en la pobreza y en la humildad, que no depende de los poderes de este mundo; en la cual se extirpara de raíz la desconfianza; que diera espacio a la gente que piensa con más amplitud; que diera ánimos, en especial, a aquellos que se sienten pequeños o pecadores. Soñaba con una Iglesia joven. Hoy ya no tengo más esos sueños». Esta afirmación categórica de Martini no es, no puede ser, una declaración de fracaso, de decepción eclesial, de renuncia a la utopía.
Martini continúa soñando nada menos que con el Reino, que es la utopía de las utopías, un sueño del mismo Dios.
Él y millones de personas en la Iglesia soñamos con la «otra Iglesia posible», al servicio del «otro Mundo posible». Y el cardenal Martini es un buen testigo y un buen guía en ese camino alternativo; lo ha demostrado.
Tanto en la Iglesia (en la Iglesia de Jesús que son varias Iglesias) como en la Sociedad (que son varios pueblos, varias culturas, varios procesos históricos) hoy más que nunca debemos radicalizar en la búsqueda de la justicia y de la paz, de la dignidad humana y de la igualdad en la alteridad, del verdadero progreso dentro de la ecología profunda. Y como dice Bobbio «hay que instalar la libertad en el corazón mismo de la igualdad»; hoy con una visión y una acción estrictamente mundiales. Es la otra globalización, la que reivindican nuestros pensadores, nuestros militantes, nuestros mártires, nuestros hambrientos…
La gran crisis económica actual es una crisis global de Humanidad que no se resolverá con ningún tipo de capitalismo, porque no cabe un capitalismo humano; el capitalismo sigue siendo homicida, ecocida, suicida. No hay modo de servir simultáneamente al dios de los bancos y al Dios de la Vida, conjugar la prepotencia y la usura con la convivencia fraterna. La cuestión axial es: ¿Se trata de salvar el Sistema o se trata de salvar a la Humanidad? A grandes crisis, grandes oportunidades. En idioma chino la palabra crisis se desdobla en dos sentidos: crisis como peligro, crisis como oportunidad.
En la campaña electoral de EE UU se enarboló repetidamente «el sueño de Luther King», queriendo actualizar ese sueño; y, con ocasión de los 50 años de la convocatoria del Vaticano II, se ha recordado, con nostalgia, el Pacto de las Cata-cumbas de la Iglesia sierva y pobre. En el 16 de noviembre de 1965, pocos días antes de la clausura del Concilio, 40 Padres Conciliares celebraron la Eucaristía en las catacumbas romanas de Domitila, y firmaron el Pacto de las Catacumbas. Dom Hélder Câmara, cuyo centenario de nacimiento estamos celebrando este año, era uno de los principales animadores del grupo profético. El Pacto en sus 13 puntos insiste en la pobreza evangélica de la Iglesia, sin títulos honoríficos, sin privilegios y sin ostentaciones mundanas; insiste en la colegialidad y en la corresponsabilidad de la Iglesia como Pueblo de Dios, y en la abertura al mundo y en la acogida fraterna.
Hoy, nosotros, en la convulsa coyuntura actual, profesamos la vigencia de muchos sueños, sociales, políticos, eclesiales, a los que de ningún modo podemos renunciar. Seguimos rechazando el capitalismo neoliberal, el neoimperialismo del dinero y de las armas, una economía de mercado y de consumismo que sepulta en la pobreza y en el hambre a una grande mayoría de la Humanidad. Y seguiremos rechazando toda discriminación por motivos de género, de cultura, de raza. Exigimos la transformación sustancial de los organismos mundiales (ONU, FMI, Banco Mundial, OMC…). Nos comprometemos a vivir una «ecológica profunda e integral», propiciando una política agraria-agrícola alternativa a la política depredadora del latifundio, del monocultivo, del agrotóxico. Participaremos en las transformaciones sociales, políticas y económicas, para una democracia de «alta intensidad».
Como Iglesia queremos vivir, a la luz del Evangelio, la pasión obsesiva de Jesús, el Reino. Queremos ser Iglesia de la opción por los pobres, comunidad ecuménica y macroecuménica también. El Dios en quien creemos, el Abbá de Jesús, no puede ser de ningún modo causa de fundamentalismos, de exclusiones, de inclusiones absorbentes, de orgullo proselitista. Ya basta con hacer de nuestro Dios el único Dios verdadero. «Mi Dios, ¿me deja ver a Dios?».
Con todo respeto por la opinión del Papa Benedicto XVI, el diálogo interreligioso no sólo es posible, es necesario. Haremos de la corresponsabilidad eclesial la expresión legítima de una fe adulta. Exigiremos, corrigiendo siglos de discriminación, la plena igualdad de la mujer en la vida y en los ministerios de la Iglesia. Estimularemos la libertad y el servicio reconocido de nuestros teólogos y teólogas. La Iglesia será una red de comunidades orantes, servidoras, proféticas, testigos de la Buena Nueva: una Buena Nueva de vida, de libertad, de comunión feliz. Una Buena Nueva de misericordia, de acogida, de perdón, de ternura, samaritana a la vera de todos los caminos de la Humanidad.
Seguiremos haciendo que se viva en la práctica eclesial la advertencia de Jesús: «No será así entre vosotros» (Mt 21,26). Sea la autoridad servicio. El Vaticano dejará de ser Estado y el Papa no será más Jefe de Estado. La Curia habrá de ser profundamente reformada y las Iglesias locales cultivarán la inculturación del Evangelio y la ministerialidad compartida. La Iglesia se comprometerá, sin miedo, sin evasiones, en las grandes causas de la justicia y de la paz, de los derechos humanos y de la igualdad reconocida de todos los pueblos. Será profecía de anuncio, de denuncia, de consolación. La política vivida por todos los cristianos y cristianas será aquella «expresión más alta del amor fraterno» (Pío XI).
Nos negamos a renunciar a estos sueños aunque puedan parecer quimera. «Todavía cantamos, todavía soñamos». Nos atenemos a la palabra de Jesús: «Fuego he venido a traer a la Tierra; y qué puedo querer sino que arda» (Lc 12,49). Con humildad y coraje, en el seguimiento de Jesús, miraremos de vivir estos sueños en el cada día de nuestras vidas. Seguirá habiendo crisis y la Humanidad, con sus religiones y sus iglesias, seguirá siendo santa y pecadora. Pero no faltarán las campañas universales de solidaridad, los Foros Sociales, las Vías Campesinas, los Movimientos populares, las conquistas de los Sin Tierra, los pactos ecológicos, los caminos alternativos de Nuestra América, las Comunidades Eclesiales de Base, los procesos de reconciliación entre el Shalom y el Salam, las victorias indígenas y afro y, en todo caso, una vez más y siempre «yo me atengo a lo dicho: la Esperanza».
Cada uno y cada una a quien pueda llegar esta circular fraterna, en comunión de fe religiosa o de pasión humana, reciba un abrazo del tamaño de estos sueños. Los viejos aún tenemos visiones, dice la Biblia (Jl 3,1). Leí hace unos días esta definición: «La vejez es una especie de posguerra»; no necesariamente de claudicación. El Parkinson es sólo un percance del camino y seguimos Reino adentro.

Pedro Casaldáliga

Obispos Correntinos: Otra Forma De Hacer Campaña

1. Ante la próxima campaña electoral, compartimos esta reflexión con nuestros conciudadanos, en especial con los candidatos que se postulan para la función pública en diversos servicios de gobierno. La campaña tiene gran relevancia social y política, y ejerce una particular incidencia educativa sobre toda la sociedad. Para que se haga realidad “otra forma de hacer política”, un anhelo sentido y esperado por toda la ciudadanía correntina, necesitamos que se lleve a cabo “otra forma de hacer campaña”.
2. El presente nos sumerge cada vez más en la crisis global, con sus graves consecuencias económicas y sociales. Se pone a prueba nuestra fe, esperanza y caridad. Dios jamás abandona a su pueblo, pero le exige crecer en el amor a él y al prójimo, permitiendo que a veces pase por períodos muy duros. Así lo hizo con Jesucristo, con su madre la Virgen María y lo hace con todos los que él ama. A nosotros hoy nos exige crecer en el compromiso ciudadano, siendo más solidarios y buscando juntos soluciones a las urgencias de nuestros hermanos desocupados, sub-ocupados y muchos ya excluidos de los bienes sociales.
3. Las próximas elecciones despiertan esperanzas de cambio. Pero nos preocupa percibir que son cada vez más los que pierden la fe en la posibilidad de que algo cambie, y que lleve a una mayor justicia y a una distribución más equitativa de los bienes. Nos inquieta escuchar a no pocos que consideran las elecciones como una mera formalidad, a través de la cual cambiarán los nombres de los gobernantes de turno, pero “para que nada cambie”. Sin embargo, creemos que es posible “otra forma de hacer política” y que eso depende de todos y de cada uno. A ello nos convoca el presente momento histórico.
La campaña política: escuela de ciudadanía o campo de batalla
4. El tiempo de la campaña política coloca a la sociedad en un período intenso de posible formación cívica. Por ello, este proceso debe ser una verdadera escuela, donde los candidatos sean maestros que enseñen, con la palabra y el ejemplo, cómo debe ser una competencia transparente, respetuosa del adversario y de acuerdo con la verdad. Sólo una campaña así consolida los valores de la democracia, fortalece la convivencia pacífica y promueve la amistad social entre los ciudadanos.
5. Toda campaña política es una competencia civilizada por la conquista del poder. Las motivaciones para esa conquista no pueden ser otras que el sincero deseo de servicio al bien común de todos; y se oponen frontalmente a los mezquinos intereses sectoriales, o peor aún, a intereses individuales. Para que la campaña sea civilizada, es decir, digna y respetuosa de la persona y de la sociedad, se deben desterrar de ella todas las ofensas personales, descalificaciones, venganzas partidistas y presiones indebidas; en ella no caben las prácticas demagógicas, como el clientelismo y la dádiva, que desvirtúan el noble significado de la política y degradan la cultura cívica. Los partidos políticos y, en particular, los candidatos, tienen hoy la oportunidad histórica de empezar a hacer realidad, ya desde la campaña electoral, otra forma de hacer política. Con ello podrán contribuir enormemente al bienestar y al profundo deseo de paz, de trabajo y de encuentro que busca nuestro pueblo.
6. En esta escuela de la campaña electoral es necesario prestar atención a los candidatos que se entretienen demasiado con sus adversarios políticos descalificándolos, porque esto es señal de que ellos tienen poco para ofrecer. A los que prometen mucho hay que ponerlos en la balanza de lo que hicieron hasta ahora, porque las promesas políticas son creíbles si hay hechos que las confirmen. Al buen político se lo reconoce porque se distingue por el respeto y por el diálogo y porque abre nuevos espacios de encuentro. Los políticos que recurren a las presiones, prebendas, extorsiones, señales éstas de corrupción, se descalifican a sí mismos.
Una campaña diferente es posible
7. La nobleza de la función pública exige del candidato testimonio personal, como expresión de coherencia y ejemplaridad para el crecimiento de la comunidad. El candidato que se presenta en la campaña debe tener integridad moral, amplitud de miras, el compromiso concreto por el bien de todos, capacidad para escuchar, el interés por proyectar más allá de lo inmediato, el respeto de la ley, el discernimiento atento de los nuevos signos de los tiempos y, sobre todo, la coherencia de vida”[1]. Por ello, “otra forma de hacer política” es sustentar la campaña en la veracidad las palabras y en la coherencia de las conductas de los candidatos, con sus propuestas claras, concretas, mensurables, que sean respuesta efectiva a las necesidades de la sociedad, garantizando y acelerando la inclusión de todos los ciudadanos.
8. “Otra forma de hacer política” en la escuela de la campaña electoral, es prestar atención a la capacidad de diálogo y habilidad para gestar consensos que tengan los candidatos. En efecto, de ello dependerá la elaboración de las demasiado postergadas políticas de Estado, que deberán orientarnos hacia un proyecto común de Nación. Éste es un desafío urgente para crecer en democracia y alejar definitivamente autoritarismos de cualquier signo.
9. “Otra forma de hacer política” es promover una campaña en la que se manifiesten deseos sinceros y se proyecten acciones concretas para procurar la reconciliación en la sociedad correntina, que aún padece enfrentamientos y resentimientos entre sectores. Las condiciones para establecer una paz verdadera son la restauración de la justicia, la reconciliación y el perdón, en ese orden, nos recordó el Papa Juan Pablo II.
10. De ahí que, “otra forma de hacer política”, ya desde la campaña, será el compromiso de rigor y transparencia en la gestión económica electoral, que deben distinguir a todos los candidatos sin excepción. Esto se reflejará concretamente en el ejemplo de austeridad, que debería distinguir esta campaña, y en la transparencia de sus ingresos y erogaciones.
11. Por último, interpretando la inquietud y el anhelo de muchos correntinos y correntinas, les manifestamos a nuestros conciudadanos, que se presentan como candidatos para servir a la sociedad en la función pública, que nuestro deseo más profundo es poder caminar juntos hacia el Bicentenario del nacimiento de nuestra patria (2010-2016), fortalecidos en un espíritu común, y con nuevas esperanzas para construir un ambiente de paz y amistad social entre todos.
12. Que nuestra Madre de Itatí, que se puso al servicio de los invitados a las Bodas de Caná (cf. Jn. 2, 1-11), toque el corazón de candidatos y electores, para que sepamos aunar esfuerzos y trabajar juntos hacia una provincia que nos incluya a todos y crezca en un intercambio federal y saludable con toda la Nación.
Corrientes, 16 de marzo de 2008.

Mons. Hugo Santiago – Obispo de Santo Tomé
Mons. Andrés Stanovnik – Arzobispo de Corrientes
Mons. Ricardo O. Faifer – Obispo de Goya
Comisión de Justicia y Paz Arquidiócesis de Corriente

viernes, 30 de enero de 2009

El Presidente Lugo Propone Crear El Mercosur Religioso

El ex obispo y presidente de Paraguay, Fernando Lugo, propuso hoy en el Foro Social Mundial la creación de un "Mercosur religioso”, para lo cual ha convocado a un encuentro ecuménico que se celebrará en Asunción los próximos 12 y 13 marzo.

Paraguay ejerce durante este semestre la presidencia rotativa del Mercosur y Lugo, en un encuentro con religiosos de la Teología de la Liberación, dijo hoy que pretende darle “rostro de pueblo” al bloque integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.

“No queremos que el Mercosur sea solo una reunión de jefes de Estado”, declaro al respecto Lugo. Según el presidente paraguayo, hay que dotar a este organismo “de diálogos entre trabajadores, entre campesinos y entre jóvenes y en eso no puede faltar el diálogo de la religiosidad que es tan importante” para los países de la región.

Lugo indicó que ya ha invitado para ese encuentro a los teólogos brasileños Leonardo Boff y Carlos Alberto Libanio Christo, conocido como Frei Betto, que fueron dos de los ideólogos de la Teología de la Liberación. Después del encuentro con los religiosos, el mandatario tenía previsto reunirse con el presidente de brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para tratar sobre asuntos bilaterales antes de regresar a Paraguay.

La víspera, Lugo participó en Belén, sede del Foro Social Mundial, en un encuentro con movimientos sociales en el que también estuvieron presentes los gobernantes de Venezuela, Hugo Chávez, de Bolivia, Evo Morales, y de Ecuador, Rafael Correa. Por la noche, los cuatro se sumaron a Lula en otro acto celebrado en el centro de convenciones ante unos 8.000 activistas.

Viernes, 30 de enero de 2009

miércoles, 28 de enero de 2009