miércoles, 4 de julio de 2012

Sobre la coyuntura política en Paraguay

 

La buena nueva de la tierra bien repartida 
enfrentada a la mala vieja de la tierra acaparada 

José L. Caravias sj. 

En la Biblia aparece con frecuencia el nacimiento de algo nuevo, distinto o contrario a lo que había antes. Y el tema tierra es clave en todo el proceso. 

Todo empieza con Abrahán y Sara, que se sienten llamados a abandonar su tierra de dioses y corrupciones para ir en búsqueda de algo nuevo, que no saben lo que es, pero intuyen que será mejor que lo que tienen… Buscan al dios de la felicidad de la familia: hijos que sean bendición y tierra que los alimente dignamente. 

Más tarde Moisés, Josué y su gente se esfuerzan duramente por salir de su dura esclavitud en búsqueda de una tierra de leche y miel -¿la tierra sin mal?-, una tierra bien repartida, según la cantidad de miembros de cada familia, de forma que la prosperidad alcanzara a todos. En esta larga y dura tarea su Dios, un Dios nuevo y original, Yavé, les acompaña en su camino de liberación.