En el silencio de tu alma se esconden los más
bellos secretos de tu corazón.
En el silencio de la naturaleza Dios susurra a
través de los pájaros y demás criaturas.
En silencio con un amigo, se descubren maravillosas
conversaciones que la palabra sería incapaz de verbalizar.
En el trabajo callado y tranquilo los dones de las
personas se hacen visibles.
Entre ruidos y prisas el silencio puede ser el
mejor arma del que dispones para acercarte a Dios y a ti mismo.
El silencio no es la ausencia de sonidos, es un
estado tranquilo en el que te puedes verbalizar con mayor claridad a ti mismo
aquello que se mueve en tu interior.
La palabra, cuando es clara y sincera, nos acerca a
los demás, nos ayuda a darnos a conocer, nos muestra lo que los otros piensan y
viven... el silencio es el mayor grado de comunicación que podemos conseguir
con un ser humano.
La soledad no es silencio, el silencio no es
soledad.
La vida se comparte dándola, el silencio se
comparte estando al lado del que sufre, del que ama, del que vibra al son de un
sencillo acorde musical.
Ábreme el cofre sagrado de tu silencio, comparte
conmigo desde lo que eres, desde lo que vives, desde lo que lloras y desde
donde te alegras... sin palabras, sencillamente, desde lo que eres.
Entraré de puntillas, sin hacer ruido, para no
romper la hermosura que me ofreces a través de tu silencio.
El
silencio es el mayor grado de comunicación.
1 comentario:
Hola hermanos , hoy descubri el blog de Tupasy. Me alegra esta iniciativa, como bitácora de navegación de esta vibrante comunidad cevequiana. Gracias por compartirlo.
Eduardo.
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