domingo, 4 de julio de 2010

CARTA CONVOCATORIA DEL ARZOBISPO DE CORRIENTES

CARTA CONVOCATORIA DEL ARZOBISPO
A los Vicarios y Delegados episcopales, Curas párrocos y Vicarios parroquiales A los Responsables de Instituciones, Comisiones y Asociaciones arquidiocesanas A los Representantes legales y Directivos de las comunidades educativas católicas
¡Hermanos: es una hora decisiva!
El próximo 14 de julio está prevista la votación de la Ley sobre las uniones de personas del mismo sexo, en la Cámara de Senadores de la Nación, equiparándolas al matrimonio heterosexual. Al respecto, la Asamblea de la Conferencia Episcopal Argentina se ha pronunciado en contra de esa ley y, en el mismo sentido, mediante un comunicado posterior, lo hemos hecho los tres obispos de Corrientes.

Por otra parte, en la Legislatura provincial tuvo lugar la Audiencia pública acerca de este tema, donde la gran mayoría de los que tomaron la palabra argumentaron sobre el carácter inadecuado y perjudicial de esa ley. Los disertantes ofrecieron fundamentos basados en la naturaleza humana y en argumentos de la ciencia médica, de la psicología y del derecho, poniendo en evidencia la inconsistencia de dicha ley. Advirtieron, además, sobre los graves daños que la misma provocaría a la convivencia social y, sobre todo, al normal desarrollo del niño. Mientras tanto, fuera del recinto, se realizaba una manifestación respetuosa y pacífica, con numeroso público y muy animada, en apoyo al único matrimonio, a la familia y a los derechos del niño a tener un papá y una mamá.
Recordemos que durante la semana previa a esa Audiencia, en apenas siete días, se recolectaron más de 40.000 firmas, que manifestaban la voluntad clara y concreta, tendiente a la promoción y defensa del matrimonio compuesto por un hombre y una mujer, sustento inequívoco de la familia. En estos días, a lo largo y ancho del país, se suceden numerosas declaraciones y manifestaciones multitudinarias a favor del único y posible matrimonio que puede darse, mediante la unión estable entre un varón y una mujer, que a su vez, son la verdadera garantía para respetar los derechos de los niños a tener un padre y una madre, y a ser educados por ellos.
Todos convocados a marchar
En este contexto, los pastores de las iglesias evangélicas y de la iglesia adventista de la Ciudad de Corrientes, y representantes de varios organismos de la arquidiócesis –junto al arzobispo–, nos reunimos y resolvimos convocar a todas nuestras comunidades, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a la
MARCHA POR EL MATRIMONIO ENTRE VARÓN Y MUJER
el próximo 13 de julio en la Plaza Cabral a las 17.30
La concentración partirá desde la Plaza Cabral hacia la Plaza Juan de Vera, donde finalizará con cantos, alabanzas y oraciones, que pondrán de manifiesto el valor del matrimonio y la familia, y el rechazo a la ley del mal llamado matrimonio entre personas del mismo sexo.
Además, el 13 de julio nos uniremos a la Vigilia de Oración, que estarán haciendo las comunidades católicas en todo el país. Próximamente se les enviará un subsidio para animar esa vigilia.
Aquellos a quienes se nos ha confiado el servicio de autoridad, debemos motivar al compromiso y entusiasmo para que todos: niños, adolescentes, jóvenes y adultos participemos en esta Marcha. El futuro de nuestra patria depende de cuánto se fortalezca el matrimonio heterosexual y la familia. Pero ese futuro se juega hoy en el compromiso responsable de todos y de cada uno. Para los católicos es un testimonio de amor y de fidelidad a Cristo y a su Iglesia, y un compromiso histórico en el contexto del Bicentenario de nuestra Patria.
Todos llamados a la oración y al ayuno
Las comunidades de las iglesias evangélicas han decidido, junto con sus pastores, orar y ayunar hasta la vigilia del 13 de julio. También las comunidades católicas haremos otro tanto. Por ello, invito a todas nuestras comunidades parroquiales, instituciones y asociaciones a orar y ayunar hasta esa misma fecha. Para ello, podemos ampliar la frecuencia y los horarios de adoración al Santísimo; reunirnos por grupos en un horario determinado y rezar el rosario en las casas, capillas, oratorios y espacios públicos, como por ejemplo en las plazas y otros lugares de mayor concurrencia. Privarnos de comer cosas superfluas, no fumar, no ingerir bebidas alcohólicas, pueden ser modos, entre otros, de ayunar. La palabra del Señor Jesús nos asegura que la oración y el ayuno fortalecen el espíritu y lo templan para poder resistir al maligno (cf. Mt 17,18-21). Recordemos, además, que el ayuno que agrada a Dios es todo acto de caridad y justicia que hacemos al prójimo (cf. Is 58,6-9).
¡Que no falte nadie!
Todas las comunidades parroquiales, junto con sus párrocos y vicarios, y todos miembros de instituciones y asociaciones con sus respectivos responsables, nos encontraremos el 13 de julio para la Marcha a favor del Matrimonio entre varón y mujer, y por los derechos inalienables de los niños a tener un papá y una mamá. Las comunidades parroquiales del interior organicen una manifestación similar, el mismo día y a la misma hora, en las plazas de sus respectivas ciudades y pueblos. En cuanto sea posible, los animo a realizar estas manifestaciones en común con las iglesias evangélicas. Esta es una ocasión providencial para acercarnos y afianzar lazos ecuménicos entre los que creemos en Cristo, Camino, Verdad y Vida (cf. Jn 14,6).
Nos encontramos ante un momento oportuno para profundizar la catequesis sobre el bien del matrimonio cristiano y la familia, recordando la doctrina que sobre ello tenemos en el Catecismo de la Iglesia Católica. A la luz del Catecismo, les recomiendo especialmente que retomen los números 432 al 469 de Aparecida, que trata sobre el matrimonio y la familia y, en ese contexto, se detiene en particular sobre los niños, los adolescentes y jóvenes, el bien de los ancianos, la dignidad y participación de las mujeres, la responsabilidad del varón y padre de familia y, finalmente, sobre la cultura de la vida: su proclamación y defensa.
Encomendamos a María de Itatí, Tiernísima Madre de Dios y de los hombres esta hora decisiva de nuestra Patria.
Mons. Andrés Stanovnik
Arzobispo de Corrientes

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